El
Madrid va en caída libre, no solo en resultados (a 11 puntos del
primero y 8 del segundo), también en juego, el equipo se parte en
dos enseguida. No tiene centro del campo, y arriba está romo.
Contra
el Betis llamaba la atención ver como Alonso jugaba de libre, y a la
hora de subir el balón lo hacía Ramos en lugar del de Tolosa, el
mundo al revés. Arriba no había ideas frescas ante el empuje
bético. Los andaluces hicieron un partido muy serio, con mucha
intensidad, desplegando un juego acorde a sus posibilidades, que
curiosamente, creó muchos problemas a los chicos de Mou.
El
Madrid que empezó medianamente bien, enseguida empezó a sufrir, los
blanquiverdes ocupaban los espacios mejor que su rival, cortaban
líneas de pase y desarmaban al equipo blanco. El Madrid desplazaba
el balón en lugares poco peligrosos para los béticos, su juego no
le daba para más.
Es
posible, a la luz de los hechos, que el equipo blanco tenga problemas
físicos, esté menos intenso, pero eso no debe ser escusa. Un equipo
como el Madrid de tener recursos futbolísticos para en momentos de
fatiga retener el balón, jugarlo, moverlo, evitar que el equipo
rival se haga con él y te haga sufrir.
Para
ello hacen falta centrocampistas con sentido táctico y toque de
balón, para administrar los tiempos con el esférico en los pies.
Pero Mourinho no los quiere, es así, los minusvalora, los Özil,
Modric, antes Sahin, Granero.... centrocampistas de verdad, con gran
sentido táctico para mover el equipo y cansar al rival. La excepción
entre comillas es Xavi Alonso, para Mourinho es un fijo indispensable
y aunque le pone en el centro del campo; cuando el Madrid pierde el
balón, el General Manager lo incrusta entre los centrales para tapar
con su sentido táctico los huecos o errores que aparezcan en
defensa.
¿Cuando
juegan juntos Modric con Alonso y Özil? En partidos facilones, dónde
el rival no presiona, y el equipo sufre menos o no sufre y no
terminan así los partidos. Mou termina sacando un destructor en
lugar de Özil o Modric, sea cual sea el resultado. Cuenten cuantos
partidos tiene el Madrid así en una temporada.
Recordemos
el gol de Beñat,
solo, libre de marca, en la frontal, a unos metros de él, Khedira,
un hueco enorme a su alrededor y delante. Los centrales en lugar de
achicar hacia el bético hacen un desplazamiento lateral manteniendo
el hueco delante del medio bético y en el momento del disparo
¡reculan! No hay nadie en la frontal para marcar a Beñat, no hay
centrocampistas que ocupen espacios y encimen.
Le he
leído a Di Stefano decir, al fútbol no se corre, al fútbol se
juega. El Madrid de Mourinho no juega al fútbol, el Madrid de
Mourinho lo basa todo en correr y ser más rápido que el rival
ganando su espalda. Cuando tienes fuerza e intensidad sobrada llegas
antes, montas eso contragolpes tan espectaculares y ganas los
partidos, pero cuando te fallan las fuerzas y el rival cuida bien de
su espalda, necesitas echar mano de la pausa, del toque, del engaño,
del tocar en corto para engañar al rival y a continuación cambiar
de orientación y superar líneas de pase y.... recursos
futbolísticos propios de centrocampistas buenos, de toque, de esos
que el Madrid ha tenido siempre poblando su centro del campo y que
ahora brillan por su ausencia en este Madrid del gran Mou.
Pero
no nos confundamos, Mou no los tiene porque no cree en ellos, él
cree en ese fútbol trotón ausente de elaboración y que depende
tanto del fondo físico y la velocidad, por eso estamos como estamos.