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lunes, 26 de noviembre de 2012

Real Madrid, peligro de derribo

El Madrid va en caída libre, no solo en resultados (a 11 puntos del primero y 8 del segundo), también en juego, el equipo se parte en dos enseguida. No tiene centro del campo, y arriba está romo.

Contra el Betis llamaba la atención ver como Alonso jugaba de libre, y a la hora de subir el balón lo hacía Ramos en lugar del de Tolosa, el mundo al revés. Arriba no había ideas frescas ante el empuje bético. Los andaluces hicieron un partido muy serio, con mucha intensidad, desplegando un juego acorde a sus posibilidades, que curiosamente, creó muchos problemas a los chicos de Mou.

El Madrid que empezó medianamente bien, enseguida empezó a sufrir, los blanquiverdes ocupaban los espacios mejor que su rival, cortaban líneas de pase y desarmaban al equipo blanco. El Madrid desplazaba el balón en lugares poco peligrosos para los béticos, su juego no le daba para más.

Es posible, a la luz de los hechos, que el equipo blanco tenga problemas físicos, esté menos intenso, pero eso no debe ser escusa. Un equipo como el Madrid de tener recursos futbolísticos para en momentos de fatiga retener el balón, jugarlo, moverlo, evitar que el equipo rival se haga con él y te haga sufrir.

Para ello hacen falta centrocampistas con sentido táctico y toque de balón, para administrar los tiempos con el esférico en los pies. Pero Mourinho no los quiere, es así, los minusvalora, los Özil, Modric, antes Sahin, Granero.... centrocampistas de verdad, con gran sentido táctico para mover el equipo y cansar al rival. La excepción entre comillas es Xavi Alonso, para Mourinho es un fijo indispensable y aunque le pone en el centro del campo; cuando el Madrid pierde el balón, el General Manager lo incrusta entre los centrales para tapar con su sentido táctico los huecos o errores que aparezcan en defensa.


¿Cuando juegan juntos Modric con Alonso y Özil? En partidos facilones, dónde el rival no presiona, y el equipo sufre menos o no sufre y no terminan así los partidos. Mou termina sacando un destructor en lugar de Özil o Modric, sea cual sea el resultado. Cuenten cuantos partidos tiene el Madrid así en una temporada.

Recordemos el gol de Beñat, solo, libre de marca, en la frontal, a unos metros de él, Khedira, un hueco enorme a su alrededor y delante. Los centrales en lugar de achicar hacia el bético hacen un desplazamiento lateral manteniendo el hueco delante del medio bético y en el momento del disparo ¡reculan! No hay nadie en la frontal para marcar a Beñat, no hay centrocampistas que ocupen espacios y encimen.

Le he leído a Di Stefano decir, al fútbol no se corre, al fútbol se juega. El Madrid de Mourinho no juega al fútbol, el Madrid de Mourinho lo basa todo en correr y ser más rápido que el rival ganando su espalda. Cuando tienes fuerza e intensidad sobrada llegas antes, montas eso contragolpes tan espectaculares y ganas los partidos, pero cuando te fallan las fuerzas y el rival cuida bien de su espalda, necesitas echar mano de la pausa, del toque, del engaño, del tocar en corto para engañar al rival y a continuación cambiar de orientación y superar líneas de pase y.... recursos futbolísticos propios de centrocampistas buenos, de toque, de esos que el Madrid ha tenido siempre poblando su centro del campo y que ahora brillan por su ausencia en este Madrid del gran Mou.

Pero no nos confundamos, Mou no los tiene porque no cree en ellos, él cree en ese fútbol trotón ausente de elaboración y que depende tanto del fondo físico y la velocidad, por eso estamos como estamos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Mou y «La Fábrica» de futbolistas

Ya es costumbre asistir a ruedas de prensa del Manager General del Real Madrid en las que acusa a los demás de los males del primer equipo, equipo del que él tiene el cien por cien de la responsabilidad. En esta ocasión la victima era facilona, un empleado del club a su servicio; Alberto Toril, entrenador del Castilla, al que hace responsable de la falta de canteranos capaces de servir al primer equipo. Entre las muchas lindezas que el Manager General dice públicamente de su relación con Toril están éstas:

«Mi relación es Normal. Hago mi trabajo en el primer equipo y él lo hace en el segundo equipo. Tengo tres jugadores que él puede utilizar cuando él quiera como Jesús, Nacho o Morata. El tiene su autonomía, me parece bien que la tenga pero nosotros jugamos con un sistema diferente, un modelo diferente. Juegan en el Castilla en posiciones diferentes a la nuestra. Jesé, por ejemplo, juega de nueve y medio. Hay pocos puntos de contacto en el modo de jugar. Los chicos están perjudicados. Yo respeto su autonomía como él respeta la mía. Toril debe decidir si es más importante acabar séptimo u octavo o querer ayudar al primer equipo.»

Alberto Toril vino al Castilla para ascenderlo a la liga Adelante (objetivo que ha cumplido de forma sobresaliente siendo el Campeón de la categoría) y para convertirlo en un equipo competitivo, pilares fundamentales para servir jugadores al primer equipo. Además, al Castilla de Toril, se le ha reconocido hacer el mejor fútbol de su categoría (Segunda B) y por ello el Comité de Entrenadores de la RFEF le otorga el Premio Ramón Cobo, distinción que lo coloca como el mejor entrenador de la Segunda División B (Grupo 1º) temporada 2011-2012.

A ningún madridista se le escapa que Toril es hijo de la cantera blanca, primero como jugador (llego con 15 años al juvenil y debutó en el primer equipo con 19) y posteriormente como técnico (llego al área técnica del equipo blanco en el 2008 y tras entrenar al juvenil y al C, es desde el 2011 técnico del Castilla). Conoce al dedillo como funciona «La Fábrica» y cual es su principal función.

Desde la creación de la cantera, todas y cada una de las categorías inferiores han jugado con estilos diferentes en función del técnico de turno, algo de lo que el club se siente orgulloso, y con un objetivo claro; ser campeón de la categoría. El futbolista que llega al primer equipo conoce un gran número de registros convirtiéndolo en un jugador polivalente. Para los técnicos de «La Fabrica», formación y competitividad van de la mano y son indisolubles.

Las declaraciones del General Manager le dejan en evidencia a él mismo. La tontería del nueve y medio en torno a Jesé, la pelea que ha levantado entorno a Nacho diciendo que no es central y si lateral (Ramos, Albiol, Varane, Arbeloa ¿algún ejemplo más?) son claros ejemplos del encasillamiento táctico en el que se mueve el portugués. También puede ser que todo esto no sea más que una mentira para tapar su verdadero pensamiento; mientras tenga jugadores profesionales de élite, con grandes sueldos, tendré a quien echar la culpa de mis errores tácticos. Mirándolo bien parece un poco de todo.

A la vista de los acontecimientos, si el filial del equipo blanco acaba la temporada campeón, o subcampeón, a Toril no le van a faltar novias y es muy fácil pensar que harto del trato del General Manager pida permiso al club para abandonarlo, una verdadera lástima. Si queda más abajo, Mourinho tendrá la excusa perfecta para poner a uno de su cuerda. Ya impone jugadores de su amigo-representante Jorge Mendes: el central Pedro Mendes (Castilla 2011), que recién llegado jugó el Trofeo Santiago Bernabeu 2011, hoy esta cedido en el filial del Sporting Clube de Portugal, y el lateral derecho Fabinho (Castilla 2012) suplente hasta la marcha de Carvajal.

Si de verdad Mourinho solo es General Manager del primer equipo, alguien del club debería poner coto a tantos despropósitos del portugués con el filial, ni en el Chelsea, ni en el Inter hizo caso de la cantera local. Si de verdad lo que dice Mourinho se convierte en ley dentro del Madrid, como dice la pancarta, «Mou, tu dedo nos marca el camino» el del abismo.