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miércoles, 28 de agosto de 2013

La suplencia de Iker

Para Iker Casillas la temporada 2013-2014 no ha empezado mejor que finalizó la anterior. Tras jugar al despiste Ancelotti, durante toda la pretemporada, con la titularidad de Iker y Diego, nos encontramos con que el capitán del Real Madrid está abocado al banquillo.

Se mantiene que Diego López está mejor, que Iker sigue en baja forma desde la temporada pasada y que por eso «chupó» banquillo. Pero si echamos una ojeada a los números de la pasada temporada, la realidad es bien distinta:

  • Liga BBVA. Casillas jugó 19 partidos encajando 17 goles lo que hace un promedio de 0,89 goles por partido. Por su parte Diego López jugó 16 encajando 20 goles lo que hace un promedio 1,25 goles por partido.

  • Copa del Rey. Casillas jugó 3 partidos encajando 0 goles lo que hace un promedio de 0,00 goles por partido. Por su parte Diego López jugó 3 encajando 4 goles lo que hace un promedio 1,33 goles por partido.

  • Liga de Campeones. Casillas jugó 5 partidos encajando 8 goles lo que hace un promedio de 1,60 goles por partido. Por su parte Diego López jugó 6 encajando 9 goles lo que hace un promedio 1,50 goles por partido.

Los promedios no engañan, el computo global sitúa a Iker con un promedio de 0,92 goles por partido y a Diego con 1,32 goles por partido, queda claro quien estuvo en mejor forma. Además se sabe sobradamente que Casillas en ningún caso ha estado «pasado de kilos» como miserablemente se ha filtrado a la prensa. Desmontada la milonga del estado de forma vamos con otra hipótesis.

Se habla, y no lo pongo en duda, que Ancelotti prefiere otro tipo de portero: que sean altos, Diego López (1,96 m) es más alto que Iker (1,85 m), pero ¿de verdad esto es un argumento suficiente? Miguel Ángel (1,74 m), Paco Buyo (1,79 m), Cañizares (1,81 m) por ejemplo no hubieran tenido ninguna oportunidad; que sepa jugar con los pies para sacar el balón jugado desde atrás, bueno, Iker es capitán y titular de la Selección Española, y en ella saca el balón con los pies, ha jugado con Piqué, Puyol, Ramos... y sacan el balón jugado, desentona más Arbeloa con el balón en los pies que el propio Iker. Tampoco parecen estás razones de peso.

Sobre la idea de acusarle de ser el topo de la plantilla, su novia periodista.... en fin, da asco y ofende a la inteligencia el solo plantearlo.

Iker Casillas es considerado por el mundo futbolístico como el mejor portero del mundo, es admirado por los porteros rivales de primera línea. Nunca se esconde. Siempre da la cara. Como guardameta y como capitán del Madrid y de la Selección se ha enfrentado a situaciones (en finales) que Diego López solo puede imaginar y eso da un plus que nada tiene que ver con la altura o con la forma; su aplomo intimida a los rivales; nunca se arruga; no hay nadie mejor que él en el uno contra uno, sus paradas han dado títulos al Real Madrid. Es el portero de las paradas imposibles. Claro que no es el más alto, pero eso con trabajo táctico se puede resolver.

Dicho todo esto, Diego López es un portero excepcional, formado en la cantera blanca, tuvo la mala suerte de ser de la misma quinta que Casillas (casualmente los dos son del 81, Diego de noviembre e Iker de mayo) y por eso salió del club. La defensa en éste articulo de Iker en ningún caso desmerece a Diego López que cuenta con mi máximo apoyo y respeto. Lo que ocurre es que Iker es un jugador distinto, es un portero distinto, por algo le apodan «San Iker».

En los años ochenta Beenhakker, entrenador del Madrid, sentó a Butragueño en partido de Copa de Europa contra el PSV y en su lugar puso a Paco Llorente, al acabar el partido Ramón Mendoza bajó al vestuario y le dijo al entrenador: «Que sea la última vez que juega usted con el patrimonio del Club». La misma frase se la repitió años después Florentino Pérez a García Remón cuando dejó en el banquillo a Beckham en partido de liga frente al Racing de Santander.

Iker Casillas lleva en el Real Madrid desde los nueve años, con su entrega, su trabajo, y su esfuerzo es uno de los principales protagonistas que contribuye a que el equipo blanco se más grande cada día. Iker Casillas es patrimonio del Real Madrid, es el escudo, representa y defiende mejor que nadie los valores madridistas, esos que una y otra vez Florentino Pérez deforma en su afán de convertir el Real Madrid en un parque empresarial.