Gonzalo Higuaín, éste es el hombre del partido. Es el único y auténtico 9 que tiene el Madrid y además tiene recursos si lo sacas fuera del área, hoy quedo patente.
Enfrente, un rival que quiere el balón, que no especula con él. Mel ha armado un gran equipo, en la medida de sus posibilidades, que no tiene pinta de pasar apuros esta temporada.
Por detras de Higuaín jugaban: Cristiano, Kaka y Özil. Ese empeño de Mourinho de colocar a sus futbolistas de ataque a pierna cambiada da una idea de su concepto de fútbol ofensivo: por dentro, con máxima velocidad, directo a portería, sin pausa, casi sin balón.
En este tipo de fútbol Özil sufre, si encima lo llevo a la banda, aún más. Mourinho ha decidido dar juego a Kaka, sin duda una concesión al Presidente, y lo coloca por dentro, junto a Cristiano, ese al que ahora llaman «pasador», total porque al llegar al área y quedarse sin opciones entrega el balón (primer gol de Higuaín), a cualquier cosa le llamamos «pasador».
La posición de Kaka desplaza a Özil a la banda (cambiada por supuesto) y lleva a Di María al banquillo. Demasiadas concesiones a un futbolista que ni está, ni se le espera, salvo en la «zona noble» por supuesto. La soberbia presidencial se empeña en no reconocer el fracaso económico y deportivo que supuso fichar a Kaka, cuya única virtud que le queda consiste en perfilarse en el vértice izquierdo del área rival y si se encuentra con espacio suficiente, roscar el balón al segundo palo con su derecha. Aquí se acaba Kaka, solo juega para eso, pobre bagaje para un futbolista que se supone juega en el mejor equipo del mundo y a supuesto el segundo fichaje más caro después de Cristiano.
Pero volvamos a Higuaín. Empezó jugando en la banda y no desentonó, hizo su función, sin estridencias, surtir de balones al compañero que en ese momento «usurpaba» su puesto, en este caso Cristiano, que se empeño en demostrar que el verdadero 9 es el que le daba balones de gol.
Cuando Mourinho sentó a Kaka por Di María y el Pipa volvió a su posición natural; demostró lo que es, un animal del gol. Di María, un «pasador» auténtico de verdad, conectó una y otra vez con un Higuaín en estado de gracia; demostrando éste, todo un abanico de recursos en el remate que le deben colocar como lo que es, el 9 del Madrid.
Junto a éste gran 9 no puede faltar un socio, alguien con quien asociarse, que hable el mismo idioma que él: Karim Benzema, inteligente, rápido, habilidoso, pasador y goleador; con Di María en su posición natural, la tripleta en ataque sería completa. La gestión recaería en Özil y Sahin (o Granero, Sahin esta lesionado) que junto a Alonso completarían un centro del campo, con posesión, con pausa, con mando en el campo e igualmente veloz. Pero esto no es el fútbol de Mourinho, no es el fútbol que gusta en el Bernabeu, esto.... esto es otra cosa, que le vamos a hacer, de ilusiones se vive.
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