Páginas

domingo, 25 de septiembre de 2011

Real Madrid 6 - Rayo Vallecano 2

Mal empezó el partido para el Madrid: en un despiste del sistema defensivo (se supone que lo mejor que tiene el equipo de Mourinho) el Rayo marca en el segundo 16. Los fantasmas de Levante y Racing asomaban por la esquina del Bernabeu dispuestos a continuar con la fiesta.

Sin Özil en el campo, Kaka ocupaba su lugar; lejos del juego inteligente del alemán, Kaka parecía la versión mala de Cristiano, recibía, tardaba una eternidad en girarse, telegrafiaba a todo el mundo su carrera, hasta encontrarse con algún jugador del Rayo y, ante la presión, soltaba el balón al primero que pasaba por allí, sin ningún criterio. Como casi siempre corría por la izquierda buscando la frontal para perfilarse con la derecha (su único lado bueno), su sombra casi siempre era Cristiano, quien se llevaba el balón, y vuelta a empezar.

El partido tenía mal cariz para el equipo blanco. En un arranque de excesiva intensidad Di María vio una bien merecida tarjeta amarilla (el tobillo de Jordi así lo atestigua), innecesaria, que le pesaría después. A la media hora de juego el partido seguía igual o peor, sin centro del campo, el equipo partido y con necesidad de dar la vuelta al marcador. Mourinho tuvo que claudicar, abandonar sus ideas y rendirse a la evidencia; este partido no lo podía perder, había que ganarlo, así que, con todo el dolor de su corazón («me dolió sustituir a Lass....» declaró en rueda de prensa), sentó a Lass Diarra y sacó a Özil, pero lo hizo en un puesto distinto, ya que el del alemán lo ocupaba Kaka (sobre el que no voy a volver). El 10 se puso en paralelo con un Xabi Alonso que abandonó posiciones de líbero bien guardadas por la pareja Albiol-Varane, y juntos empezaron a mover al equipo.

Dicho así suena bien, si fuera cierto. La orden de Mou era cerrase atrás, esperar al Rayo y salir al contragolpe buscando la espalda del rival. El Rayo aceptó el reto y los papeles se intercambiaron, el Madrid jugando como un equipo pequeño y al contragolpe dio la vuelta a un partido que tenía perdido, daba igual si el escenario era el Bernabeu.

Con el 3-2 una desafortunada acción de Di María le mando a la caseta, resulta difícil entender que una patada al tobillo y una mano se castiguen con la misma tarjeta, en el reglamento hay más de una incoherencia de éste tipo, pero es el mismo para todos y los futbolistas tienen la obligación de aprendérselo y respetarlo.

Esta acción y el resultado favorable hizo que a Mourinho le volviera la cordura, y rápidamente sacó del campo a Kaka (nunca debió jugar) para meter a Khedira. El gol de Varane a la salida de un corner termino de matar a un Rayo que murió valiente, dando la cara, y sin renunciar nunca a su estilo.

2 comentarios:

  1. Tronco, yo no se que partido viste, pero para mi Kaka fue de los mejores, mal planteamiento de inicio de Mou por sacar a Lass ( jugador que no quiere jugar en el Madrid, no debe ponerse mas esa camiseta ) y rectificación a los 25 minutos. Mal pareja defensiva, ¿donde estaban cuando rechazo Casillas el balón en el primer gol del Rayo?, por cierto vaya temporada que lleva el portero.
    Quien entiende la suplencia de Benzema?
    Donde esta Granero?
    Que pasa con Callejón?
    Seguiremos esperando a Sahin.

    ResponderEliminar
  2. En mi opinión Kaka está mejorando, aunque después de lo de año pasado no era dificil, echo de ménos a Granero en este partido y en el del Racing (ver año pasado), menudo bloqueo de equipo, y respecto a Lass, es curioso que Mou le pida perdón, acaso ha pedido perdón al Madrid por su comportamineto del verano.
    En fin el madrid al final acaba siendo CR7 contra el mundo (y contra el rayo en casa funciona, pero en partidas cerrados tipo Levante, el madrid necesita algo más), por cierto ¿podria dejarle alguna falta a Xabi Alonso?...este si que es un crack e imprescindible.
    Pd: veria Mou a Pedro León ayer su buen partido contra el Betis....

    ...oscar...

    ResponderEliminar

Comenta tu parecer con respeto y sin insultos. Gracias.