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lunes, 28 de octubre de 2013

Liga BBVA 2013-14. Barça 2 - Real Madrid 1.

Es muy tentador comparar los clásicos Barça-Madrid/Madrid-Barça como una hoguera de vanidades, no sería el primero en hacerlo y desde luego no voy a ser el último, pero lo cierto es que no esta muy alejado de la realidad. El argumento de comparar a los clubes de élite con empresas privadas es tan recurrente que en muchas ocasiones nos olvidamos de su verdadero modelo de negocio; el fútbol, y nos creemos que se trata de una simple exposición de «activos». Como si el que más tuviera fuera el que más ganara, una especie de concurso a ver quien la tiene más grande.

Cada uno de los dos equipo expone sus activos; los «viejos» (Cristiano y Messi) y los «nuevos» (Bale y Neymar), y la razón fundamental es que los vean por televisión en todo el mundo. Que el aficionado, allí donde esté, relacione caras con escudos y camisetas, para, de esa manera, atacar el mercado de las susodichas elásticas, y poder así justificar sus elevados fichajes y sueldos. Muy alejados, por cierto, de la realidad económica que nos rodea. Pero hay aficionados que eso les da igual, incluso alguno hasta se vanagloria de ello: «mi fulano es más caro y gana mas que tu zutano» aludiendo por lo tanto que eso le convierte en «más mejor», como si fuera así de sencillo.

Afortunadamente, el fútbol es algo más que eso; el fútbol son 22 futbolistas detras de un balón para que cuando llegan a él lo den una patada y sigan «corriendo». Dicho así suena muy simple, pero esconde más cosas: colocación, técnica, sentido táctico, velocidad, fuerza, inteligencia, habilidad, regate, salto... si echamos mano de éstos auténticos «activos» del fútbol y los aplicamos al partido apartando a un lado la hoguera de vanidades nos encontramos con otra realidad.

El equipo de casa, el Barça, sacó una alineación previsible dentro de la lógica de rotaciones que viene haciendo Martino, algunos pedían a Puyol, pero ya advirtieron que el jugador lo hará en uno de cada tres partidos y este no era el que le tocaba. Destacar el bajo estado de forma de Messi, no está bien y el equipo lo acusa, le colocaron en el volante derecho y salvo contadísimas ocasiones, ahí se quedo la mayor parte del partido, escondido, paseando. Por suerte para los azulgranas apareció Neymar, todavía le falta adaptación al sistema, pero su desborde, su atrevimiento y visión goleadora dio ese plus al equipo blaugrana que junto a Iniesta y la genialidad de Alexis les llevaron la victoria.

Por su parte, el equipo blanco presentó una alineación también en parte previsible, visto a posteriori. Todos teníamos claro que en este escenario de quien la tiene más grande, si estaban Messi y Neymar tenían que estar Cristiano y Bale, lo de menos es si el galés está o no en forma y si con ello deja al equipo con diez. Sí, ya sé que enfrente también había diez, pero me van a perdonar, Messi cojo es mejor que Bale cojo, aunque como en todo, es cuestión de opiniones. Lo que de verdad desequilibró el partido a favor del Barça no fue tanto la posición de Ramos en el centro del campo (recordando el famoso «triangulo de presión alta» del antecesor), que también, como la ausencia de Benzema. El francés al que se le acusa de muchas injusticias, es un jugador que desde su posición de enganche o media punta, desde su autentica posición de 7, fortalece el medio campo. Es el único que viene a buscar apoyos, se ofrece, se asocia con los centrocampistas, abre huecos atrás para las entradas de sus compañeros, tira paredes, mueve a los centrales. Su salida en la segunda parte, algo más retrasado que de costumbre dio más fuerza al Madrid. Lo de Ramos es simple, tiene condiciones sobradas para ser un gran mediocentro, pero no le puedes poner en ese centro del campo y en ese partido de la noche a la mañana, teniendo mediocentros mas auténticos en el banquillo. Cuando Ramos recuperaba el balón solo tenía a un creativo para pasarle el balón y construir juego, Modric, y el muchacho estuvo más preocupado de defender que de atacar teniendo en cuenta que arriba no defendían ninguno de los tres.

Con el Madrid partido en dos el Barça se hizo dueño del tostón, por que el partido era un pestiño de mucho cuidado. Hasta mas o menos el minuto 60 lo único reseñable fue el atrevimiento de Neymar que a pase de un apagado Iniesta tiró la caña al segundo palo y pescó el 1-0. Como ya he dicho, la salida de Illarra y sobre todo la de Benzema dieron un pequeño vuelco al partido, más o menos equilibrado con la salida de Pedro y Alexis. El chileno en una gran genialidad demostró que de poco o nada sirven los porteros altos si no se colocan adecuadamente. Una de las joyas de la cantera blanca pide paso con determinación y cuestionando el modelo de gestión de Florentino Pérez, Jesé hizo el gol blanco que nada tiene que envidiar la que hacen sus mayores, el problema es que su sitio es ocupado por los «activos» del presidente.

El Barça jugó a lo que sabe, es cierto que su fútbol ya no es tan ortodoxo como en épocas pasadas y su forma física deja mucho que desear, pero en la medida de sus fuerzas procura ser fiel así mismo y eso todavía le da frutos. Por su parte el Madrid con ese planteamiento cobardón y cicatero de Ancelotti nos privó de saber si éste Madrid está o no por encima del Barça y le privó también de merecer la victoria.

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