España acaba de ganar la Copa Davis de Tenis por quinta vez. Tras un fin de semana trepidante, y lleno de emoción la victoria final vino en el cuarto partido, épico, de poder a poder.
El viernes empezaba esta final; el primer enfrentamiento Nadal - Mónaco (6-1, 6-1 y 6-2) en dos horas y veintisiete minutos, fue casi un paseo para Nadal; Mónaco nunca fue rival, el mallorquín realizó un partido serio con un claro objetivo, dar lo antes posible el primer punto para España.
El partido posterior, el mismo viernes, es otra historia. Ferrer - Del Potro (6-2, 6-7, 3-6, 6-4, 6-3) en cuatro horas y cuarenta y cuatro minutos; empezó ganando Ferrer el primer set, pero rápidamente sucumbió a la potencia de «Delpo». Los dos siguientes sets fueron para el jugador argentino, un «armario» todo potencia con un tenis de una gran altura. Pero enfrente estaba Ferrer, con un fondo físico y una fuerza mental encomiable; fue poco a poco aguantando y desgastando a la «torre de Tandil» hasta empatar el encuentro a dos set. El último set fue un alarde de fuerza y fe por parte de Ferrer que, con un tenis muy completo, consiguió una victoria valiosísima para el cómputo global de la eliminatoria.
Al día siguiente, sábado, se disputó el dobles, Nalbandián / Schwank – Feliciano / Verdasco (6-4, 6-2 y 6-3) en una hora y cincuenta y nueve minutos. Tras las victorias conseguidas el día anterior, cabía suponer que la pareja española saldría más tranquila, pero nada más lejos. Los españoles salieron nerviosos, agarrotados, casi bloqueados, nunca fueron rivales para la pareja albiceleste que bordaron un gran tenis con Nalbandián de jefe de operaciones.
El domingo se presentaba interesante, con 2-1 en el cómputo de la eliminatoria, todos esperábamos que Nadal diera el punto definitivo a la victoria española y no tener que jugar el quinto partido Ferrer – Nalbandián, y Nadal no defraudó.
Nadal - Del Potro en cuatro horas y ocho minutos (1-6, 6-4, 6-1 y 7-6) este es el partido de la final, los dos números uno de cada equipo jugando de poder a poder, el primer set se lo llevo Del Potro, sabedor que no esta para aguantar partidos largos planteó su juego en voleas rápidas y fuertes que hicieron mella en un Nadal sorprendido y fuera de sitio. Pero Rafa no es el mejor del mundo en tierra batida por que sí. En una remontada épica, de poder a poder fue disputándole punto a punto a un Del Potro que mientras le quedaron fuerzas se comportó como un auténtico pura sangre. Al final en un «tiebreak» memorable (7-0) Nadal dio a España el punto necesario para ganar por quinta vez el que se podría considerar como Campeonato Mundial de Tenis por selecciones nacionales.
Para acabar dos apuntes; la pareja española de dobles nos ha dado muchas alegrías tanto en el dobles como en el individual y la derrota del sábado no empaña la larga trayectoria de victorias que han dado al equipo de Copa Davis, mucho ánimo campeones, sabéis que pase lo que pase siempre seréis de los nuestros; y Juan Martín Del Potro que pedazo de tenista tiene Argentina, a su envergadura hay que añadir su gran agilidad, en cuanto a su tenis, es de lo mejor en tierra batida, su comportamiento como rival ha sido ejemplar, competitivo, noble, de campeón. Desde aquí deseamos que Argentina gane de una vez por todas una Copa Davis, eso sí, siempre que enfrente no esté la «Armada Española».
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