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domingo, 15 de enero de 2012

Jornada 19 de Liga BBVA 14/01/12

Los últimos partidos del Real Madrid están marcados por el sufrimiento de las primeras partes y las remontadas de las segundas, vamos, como siempre. A la nulidad futbolística que muestra el equipo le sigue tras el descanso el ya conocido ataque de casta cuyo mejor abanderado es Higuaín, alumno aventajado y heredero natural de los Raul y compañía que todos tenemos en el imaginario colectivo.

Y es que cuando el fútbol no sirve o sencillamente no lo hay (como es el caso, gracias “Mou”) a la gran técnica individual  se une la entrega, la fe, el sacrificio, y si hace falta la muerte; porque eso es lo que hace Higuaín a cada minuto que juega, morir por el Madrid; no es titular, pero encarna el mejor ejemplo de disponibilidad plena, siempre dispuesto a darlo todo, «El Pipa» siempre va, eso debería convertirlo en indiscutible. Lo mismo podemos decir de Callejón, son futbolistas que Mourinho ningunea sistemáticamente prefiriendo a «estrellitas» que poco o nada entienden de madridismo por mucho que el madridismo mediático y no mediático se empeñe en hacernos convencer.

Y me estoy refiriendo a Cristiano y Kaká como principales representantes (no a Benzema, como alguno pueda pensar), estos futbolistas más preocupados por su éxito personal que colectivo se pierden en su propia agonía cuando no sacan beneficio propio de su acción individual, aún cuando el equipo sí lo saca. Su ego es tal que se creen que si ellos fallan, falla el equipo y que solo si ellos triunfan lo hace también el equipo. En este circulo cae una y otra vez Cristiano, y los demás le hacen flaco favor haciéndole cree que no pasa nada.

En la rueda de prensa de la víspera del partido contra el Mallorca un periodista le pregunta a Mourinho por la poca eficacia de Cristiano esta temporada lanzando faltas a lo que el portugués le responde: «...estas hablando del bota de oro ¡¡¡Del bota de oro!!!». Bueno, pues «El Bota de Oro» falla, y si falla tendrá que dejar el sitio a otro, ésto es el Real Madrid, no el equipo del bota de oro.

El Madrid con su fútbol primitivo obligaba a sus delanteros a recibir de espaldas en la frontal; había que girarse, librarse del defensa y encarar portería con garantías, demasiadas cosas contra un equipo bien plantado y seguro de lo que tenía que hacer. El gol del Mallorca era justo premio al gran trabajo del equipo local. Con el partido muy cuesta arriba, los cambios de «Mou» supusieron un desbarajuste táctico importante; Özil retrasado a la posición de Lass, en paralelo con Alonso, dejaba su sitio a un inoperante Kaká que sigue deambulado por el campo sin ningún sentido, a Benzema no le quedaba más remedio que subir al centro del campo si quería enlazar alguna bola y de Cristiano mejor ni hablamos.


El gran trabajo defensivo de los chicos de Caparrós traía en jaque al equipo blanco, hasta que apareció la inteligencia de Özil; abandonó el lugar que le asigno el míster para ir donde hace daño, la frontal, allí metió un magnífico balón a Higuaín que ante la salida del portero le batió no sin fortuna.

A partir de aquí reapareció el Mourinho más pinturero, el de los aspavientos, el showman, corriendo llamó a uno para que le diera un papel a otros para que formen defensa de cuatro y marcaje al hombre, vamos que si pudiera ponía a Maceda, Goico, Migueli y Tendillo juntos, ¡¡¡Clemente ha vuelto, está dentro del portugués!!!

En una jugada posterior un tanto embarullada, Callejón cazó un balón suelto en la frontal y de fuerte disparo empalmó a la red. Una vez más la pegada, la fe, la casta, el coraje de algunos futbolistas del equipo blanco sacan las castañas del fuego al equipo del cada vez más primitivo «Mou».

1 comentario:

  1. ...y lo peor vino despúes Altintop+Pepe+carvalho, y los jugones en el banquillo

    Oscar

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