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viernes, 12 de octubre de 2012

Resaca. Barcelona 2 - Real Madrid 2. Liga BBVA 2012

La resaca del partido del clásico (Barça-Madrid), es como el mensaje del anuncio de las pilas «y duran, y duran...», lo malo es, que lo que «duran» son las tonterías sobre lo teatreros que son aquellos y lo santurrones que son los nuestros, que si te parece bonito lo que ha dicho, que si empezó él a hablar y yo no me voy a callar... Esa manía de justificar el resultado con el «y tú más» alejado de todo concepto futbolístico.

Desde Madrid (prensa y club incluidos) resulta más interesante fomentar el sentimiento anticulé alimentando las declaraciones con dignidad fingida frente la trampa y la hipocresía blaugrana. Allí hacen justo lo contrario. Ambos equipos abusan de la verborrea de taberna para tapar sus vergüenzas futbolísticas. Apartemos la paja y tratemos de esquematizar el partido con la perspectiva que da el tiempo.

  1. En el primer tercio del partido, el Madrid salió arrollador, algo ya habitual en sus partidos contra el Barça. En seguida primer susto de Ramos a la salida de un corner.
  2. Dos hombres por encima del resto canalizan el juego ofensivo blanco, Özil y Benzema. Su juego asociativo, de elaboración, marcaba el camino para llegar a la portería de Valdés.
  3. Gol del Madrid 0-1. Una jugada made in Barça; en la que de lado a lado del campo el Madrid movía el balón y a su rival a su antojo, finalizo en el gol de Cristiano. A continuación tuvo la oportunidad de alejarse en el marcador, pero la mala suerte de Benzema primero y Di María después dieron al traste con la supuesta ventaja. Parecía un espejismo, el Madrid tocaba y tocaba, el Barça encerrado en su campo sufría y sufría. Los blancos había cambiado los papeles.
  4. Tito decide modificar el guión. Abandona la idea de fútbol directo, manda a Iniesta al centro del campo y a Cesc al puesto del manchego. A elaborar, volvemos al fútbol de posesión.
  5. Gol del Barça 1-1. Balón al área blanca fácil, o eso parecía, hasta que Pepe realiza un absurdo salto hacia ninguna parte, hace dudar a Casillas que perplejo, llega tarde a un balón que a un toque, Messi, empujaba al fondo de la red. A 15 minutos del descanso el Madrid empezaba a sufrir.
  6. Segunda parte. Falta en la frontal derecha del ataque culé que maneja Messi con gran habilidad; mientras el arbitro coloca la barrera, él recoloca el balón alejándolo de ésta para que coja la curva perfecta, nadie dice nada, lo que para unos es ilegalidad para otros es picardía. Golazo por la escuadra del palo de la barrera, imparable para Casillas.
  7. El Madrid perdía un partido sin merecerlo, y tuvo que ser uno de los genios blancos, Mesut Özil, quien equilibrara el marcador con un pase por dentro digno de muy pocos. El balón, que llevaba puesto el sello de «gol», perfectamente colocado por el 10 alemán dejaba a Cristiano solo ante Valdés. Gol. 2-2.
  8. Y entonces apareció el General Manager, y decidió que el espectáculo se tenía que terminar. Poco antes del empate sentó al socio de Özil, Benzema, por Higuaín. Tras el empate Kaka y Essien ocuparon los sitios de Özil y Di María respectivamente. Adiós a la elaboración, adiós a la creatividad, adiós al balón, adiós a ganar el partido. Trivotazo que te crió, equipo partido en dos, dos arriba esperando con la caña y ocho por detras del balón sujetando los pañales.
  9. En el Barça, Alexis, que había sustituido a Fábregas daba más profundidad, más mordiente. Eso unido a la renuncia a jugar del equipo de Mourinho provocó que los últimos diez minutos del partido, al Madrid se le hicieran eternos.
  10. Sobre la hora, en dos arreones casi seguidos, Montoya primero, con un balón al larguero, y Pedro después, con un balón lamiendo la base del poste, estuvieron a punto de darle la victoria al Barça. De haberse producido el único culpable hubiera sido José Mourinho, Manager General del Real Madrid, por su renuncia a seguir golpeando al Barça cuando tenía claras opciones de haber ganado el partido y haber dado un fuerte puñetazo en la mesa.
La conclusión final es que el Madrid tuvo al Barça contra la cuerdas, y le dejo vivir; primero se puso por delante y después le dio la vuelta al partido, y cuando le fue a rematar su Manager General opto por conservar el empate. Empate que apunto estuvo, al final, de costarle una gravísima derrota.

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