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martes, 2 de octubre de 2012

Mou, los problemas crecen.

Ante el Deportivo de La Coruña el Madrid hizo un partido facilón, y digo facilón porque el Depor en ningún momento se opuso al juego madridista. Si que es verdad que empezó marcando el Deportivo, ello fue debido a los desajustes defensivos del Real Madrid y a que el Depor si bien no muerde, toca el balón como pocos.

Y digo desajustes a causa de los cambios en la «defensa de seis» que acostumbra a usar Mourinho, se notó el día del City y también contra el Depor. Arbeloa, Ramos, Pepe, Marcelo más Khedira y Alonso; cuando el Madrid pierde el balón en su campo, Alonso se incrusta entre los centrales como si de un líbero se tratara, siempre por detras de la línea del balón, en muchos de los goles que encaja el equipo blanco se le ve incluso emparejado con Casillas o sobre la línea de meta. Khedira por delante de la defensa es el primer lanzador del contragolpe. Ver para creer, el fino estilista dentro de la cueva defendiendo y el tronco (comparado con el tolosarra) armando la jugada.

Contra el Deportivo Mou sacó a Modric por el catorce y a Varane por Arbeloa, colocando a Ramos en el lateral y al francés de central. Modric no es Alonso, al menos no defensivamente, y el pobre Varane no es Ramos, es posible que algún día lo sea, pero hoy por hoy no lo es. Y lo que nadie dice es lo lento y descolocado en defensa que está Pepe, nadie se mete con uno de los niños bonitos del míster, en el gol del Depor, Pepe está a «la luna de valencia», a mitad camino de ninguna parte, ni cubre a su marcador ni va a la ayuda de Varane, dejando al francés con el culo al aire, mientras a Ramos no le pasamos ni una, ni siquiera las de Pepe.

Arriba, Mou se había empeñado en que Özil hiciera de stopper. El alemán es un jugador ofensivo, fino, creativo, tremendamente inteligente, gran pasador, magnífico con el balón en los pies, usarle de «tapón», retrata al míster y su juego. Pero el técnico portugués le abronca precisamente por lo que no es, un destructor, por mucho que Mou se empeñe ¡y lo hace delante del Bernabeu!, a propósito; cuando Cristiano, fuera de su sitio, le quita un balón; cuando va al hueco de la banda izquierda (es mentira que caiga en fuera de juego como se ha dicho) a ocupar el hueco de Di María, muy retrasado este último (todos lo hemos visto en televisión). Es evidente que el General Manager ha encontrado un muñeco de pin-pan-pum, un muñeco que no trajo él, alguien a quien poner en boca de todos y hacerle responsable del pésimo juego del equipo blanco en esta liga.

El gran campeón de los récords, esos que nos han restregado hasta la saciedad los mouriñistas, el que le había roto la hegemonía al Barça de Guardiola, se encuentra sexto en liga, a 8 puntos del líder, el Fútbol Club Barcelona, diferencia sin duda que variará este fin de semana ya que el club blanco visita el Nou Camp. Y todo ello prácticamente con la misma plantilla y con el mismo once en el campo que la pasada «Liga de los récords».

Al portugués alguien debería de decirle que lo que ha hecho grande al Madrid no son los récords de puntos ni los récords de goles, algo que quedada para la estadística o el anecdotario. Lo que realmente ha hecho grande al Madrid ha sido el récords de Ligas ganadas y el récords de Copas de Europa o Liga de Campeones ganadas, y de eso Mou, hasta ahora solo una, la liga 2011-2012.

Y para terminar la guinda que salta hoy en la prensa. En el descanso del Real Madrid-Depor; Özil, tras las broncas de Mou en la primera parte, se queda en la caseta y Ramos salta al césped con la camiseta del alemán debajo de la suya (¡ole tus cojones!), con la intención, en el caso de marcar un gol, dedicárselo al alemán. El sevillano, admirador del gran fútbol que Mesut tiene en sus botas, se da cuenta del injusto vía crucis por el que el General Manager le esta haciendo pasar. Sabe que el equipo no juega bien, se lo ha dicho al míster, por activa y por pasiva, pero el General Manager desde su arrogante atalaya no reconoce sus errores y arremete contra el sevillano y el alemán.

Para desgracia de Mou, Sergio Ramos; madridista como pocos, segundo Capitán del Real Madrid, Campeón del Mundo y Bicampeón de Europa con la Selección Española, sabe perfectamente lo que es ganar jugando bien al fútbol y tiene el carácter y el madridismo suficiente como para no dejarse engañar por las películas de miedo que Mourinho pretende «vender» a la plantilla. Esto no es cualquier equipo Mou, esto es el Real Madrid, enterate de una vez.

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