Ante
el Deportivo de La Coruña el Madrid hizo un partido facilón, y digo
facilón porque el Depor en ningún momento se opuso al juego
madridista. Si que es verdad que empezó marcando el Deportivo, ello
fue debido a los desajustes defensivos del Real Madrid y a que el
Depor si bien no muerde, toca el balón como pocos.
Y digo
desajustes a causa de los cambios en la «defensa de seis»
que acostumbra a usar Mourinho, se notó el día del City y también
contra el Depor. Arbeloa, Ramos, Pepe, Marcelo más Khedira y Alonso;
cuando el Madrid pierde el balón en su campo, Alonso se incrusta
entre los centrales como si de un líbero se tratara, siempre por
detras de la línea del balón, en muchos de los goles que encaja el
equipo blanco se le ve incluso emparejado con Casillas o sobre la
línea de meta. Khedira por delante de la defensa es el primer
lanzador del contragolpe. Ver para creer, el fino estilista dentro de
la cueva defendiendo y el tronco (comparado con el tolosarra) armando
la jugada.
Contra
el Deportivo Mou sacó a Modric por el catorce y a Varane por
Arbeloa, colocando a Ramos en el lateral y al francés de central.
Modric no es Alonso, al menos no defensivamente, y el pobre Varane no
es Ramos, es posible que algún día lo sea, pero hoy por hoy no lo
es. Y lo que nadie dice es lo lento y descolocado en defensa que está
Pepe, nadie se mete con uno de los niños bonitos del míster, en el
gol del Depor, Pepe está a «la luna de valencia», a mitad
camino de ninguna parte, ni cubre a su marcador ni va a la ayuda de
Varane, dejando al francés con el culo al aire, mientras a Ramos no
le pasamos ni una, ni siquiera las de Pepe.
Arriba,
Mou se había empeñado en que Özil hiciera de stopper.
El alemán es un jugador ofensivo, fino, creativo, tremendamente
inteligente, gran pasador, magnífico con el balón en los pies,
usarle de «tapón», retrata al míster y su juego. Pero el técnico
portugués le abronca precisamente por lo que no es, un destructor,
por mucho que Mou se empeñe ¡y lo hace delante del Bernabeu!, a
propósito; cuando Cristiano, fuera de su sitio, le quita un balón;
cuando va al hueco de la banda izquierda (es mentira que caiga en
fuera de juego como se ha dicho) a ocupar el hueco de Di María, muy
retrasado este último (todos lo hemos visto en televisión). Es
evidente que el General Manager ha encontrado un muñeco de
pin-pan-pum, un muñeco que no trajo él, alguien a quien poner en
boca de todos y hacerle responsable del pésimo juego del equipo
blanco en esta liga.
El
gran campeón de los récords, esos que nos han restregado hasta la
saciedad los mouriñistas, el que le había roto la hegemonía al
Barça de Guardiola, se encuentra sexto en liga, a 8 puntos del
líder, el Fútbol Club Barcelona, diferencia sin duda que variará
este fin de semana ya que el club blanco visita el Nou Camp. Y todo
ello prácticamente con la misma plantilla y con el mismo once en el
campo que la pasada «Liga de los récords».
Al portugués alguien debería de decirle que lo que ha hecho grande
al Madrid no son los récords de puntos ni los récords de goles,
algo que quedada para la estadística o el anecdotario. Lo que
realmente ha hecho grande al Madrid ha sido el récords de Ligas
ganadas y el récords de Copas de Europa o Liga de Campeones ganadas,
y de eso Mou, hasta ahora solo una, la liga 2011-2012.
Y
para terminar la guinda que salta hoy en la prensa. En el descanso
del Real Madrid-Depor; Özil, tras las broncas de Mou en la primera
parte, se queda en la caseta y Ramos salta al césped con la camiseta
del alemán debajo de la suya (¡ole tus cojones!), con la intención,
en el caso de marcar un gol, dedicárselo al alemán. El sevillano,
admirador del gran fútbol que Mesut tiene en sus botas, se da cuenta
del injusto vía crucis
por el que el General Manager le esta haciendo pasar. Sabe que el
equipo no juega bien, se lo ha dicho al míster, por activa y por
pasiva, pero el General Manager desde su arrogante atalaya no
reconoce sus errores y arremete contra el sevillano y el alemán.
Para
desgracia de Mou, Sergio Ramos; madridista como pocos, segundo
Capitán del Real Madrid, Campeón del Mundo y Bicampeón de Europa
con la Selección Española, sabe perfectamente lo que es ganar
jugando bien al fútbol y tiene el carácter y el madridismo
suficiente como para no dejarse engañar por las películas de miedo
que Mourinho pretende «vender»
a la plantilla. Esto no es cualquier equipo Mou, esto es el Real
Madrid, enterate de una vez.
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