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sábado, 30 de junio de 2012

EURO 2012. España-Portugal. A la Final


Desde que los lusos supieron que el turco Cuneyt Cakir iba a ser el arbitro del encuentro, iniciaron una campaña de dudas y protestas en torno su designación. Se agarraron a un comentario al comienzo de la Eurocopa de Michel Platini, Presidente de la UEFA, en el que decía que la final la jugarían España y Alemania, y expresaron en la prensa sus dudas sobre la legitimidad del torneo.

Toda esta «campaña» bien orquestada servía para calentar los ánimos de los jugadores portugueses. Cuando salieron al campo lo hicieron con una excesiva violencia en el uno contra uno, en zonas del campo poco peligrosas para ellos, pero vitales para nosotros, en cada lucha, los lusos entraban con los tacos por delante, sin miramientos, en el mejor de los casos bordeando la línea de la legalidad por fuera, y todo ello con la permisividad de un arbitro claramente predispuesto a compensar ese pensamiento portugués en torno a su designación.

Hasta éste partido, el resto de rivales de La Roja habían variado su forma de juego para protegerse, Portugal decidió ser ¿valiente?, no se encerró, mantuvo su dibujo 1-4-3-3, pero es evidente que sin esa violencia en el robo del balón le hubiera resultado imposible mantener su portería a 0. En ataque prácticamente nulos. La propuesta de Portugal pasaba por, es evidente, Cristiano Ronaldo, en torno a él giraba todo el ataque luso. Era la única esperanza para superar a los españoles. Pero la defensa española estuvo casi perfecta, en especial Sergio Ramos, secó a Cristiano con las ayudas de Piqué y Arbeloa, CR7 en todo el partido solo tuvo una, no se lo debió de creer, solo delante de Casillas la mando al cielo.

Pero La Roja no se amilanó, sin entrar en la vileza de los lusos, trató de mover el balón y proteger sus tobillos al mismo tiempo, 120 minutos no fueron suficientes para variar el marcador en una u otra dirección y fue necesario ir a los penaltis. Una vez más Casillas cumplió, sin duda, el mejor portero del mundo sigue siendo un gran baluarte. Alonso falló, Iniesta y Piqué acertaron sus lanzamientos y al llegar el cuarto Ramos se acercó al punto de penalty, recuerdos fantasmales recordando su anterior lanzamiento ante el Bayern aparecieron por doquier, ante el estupor de unos y la sorpresa de otros ejecutó el lanzamiento como solo un crack es capaz de hacerlo, tomo carrerilla, tiró al portero y con una suavidad asombrosa emuló a Panenka. Cesc como en la anterior Eurocopa contra Italia puso broche con su gol a la clasificación.

Es evidente que España no juega con brillantez, es evidente que su mayor belleza la expresó durante la Euro de 2008, pero lo que también es evidente es que la culpa de que ahora no brillen tanto no la tiene Del Bosque o el estilo de fútbol de posición. Los rivales también juegan, y en estos años han diseñado sistemas para tratar de anular el juego de España pero lo único que consiguen es afear su brillantez, pero ganarla es otra cosa.

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